I

Finjo que estoy:
allanamiento de tus candados,
a fuerza de desvarió en el almanaque que toces .

Mis pasos doblegan los ceniceros,
mi sangre se tiñe de tus retratos,
soy muy distinto en la sequedad
la cima me desdobla en verbos,
muy distinto incluso cuando callo.

II
te veo caer….er..ler…ver…ser….

Entre los pasabolas de esta desordenada city
coaccione las rendijas de los adoquines:
embalado con los dedos de cometa,
sepulturero de bóvedas celestes,
aquí vulgar en el pasillo antigravitación.

III

Quiero ascender del ataúd que calza los pies ,
cada vez más , lejos de las vitrinas
por las piedras de tus ancestros
subiendo,
en mi memoria
pese al vértigo.. Vértigo.