Deberíamos recordar a Rafael Correa que las movilizaciones de la CONAIE para confrontar la intención de imponernos el ALCA, evitar la privatizaciones, la propuesta de realización de la Constituyente, entre otras acciones destacadas, permitieron culminar con la elección de Correa como Presidente, porque acogió las propuestas de las organizaciones sociales del país, entre ellas la de la CONAIE.
Resulta incomprensible que en una actitud de desconocimiento del proceso histórico social de los últimos tiempos, el Presidente manifieste que el slogan "EL AGUA NO SE VENDE, EL AGUA SE DEFIENDE" sea una demagogia.
Quizá para el Presidente el agua que llega a su hogar o consume garantizada de esa embotelladas, su formación occidentalizada, occidentalizante, etnocentrica y elitista, le impide comprender que los paramos, las quebradas, los rios, los pogyos eran y son sitios sagrados de los pueblos milenarios, de cuya herencia podemos sentirnos orgullosos o avergonzados, dependiendo de nuestra actitud frente a las culturas de las cuales somos heredeross y son un aporte innegable a las culturas del mundo.
Correa y los serviles de la Asamblea seguramente van a imponer una Ley de Aguas polémica, sin consensos y que favorece a los que mas tienen, como todas las políticas del Presidente, pero seguramente se arriesga a huir del país, como ha sido el caso del traidor Gutierrez y los otros de la ya larga lista de los fugados luego de pretender imponer acciones opuestas a los intereses de los ecuatorianos.
Valdra la pena vivir este descenlace o por un milagro Correa asuma realmente las peopuestas del pueblo e impulse los cambios que propuso que a tres años, no se ve por ningun lado.