ARTES Y OFICIOS

Artes y oficios son dos palabras que acostumbramos a ponerlas juntas cual sinónimas, hay sin embargo un abismo de diferencia entre las dos, me explico: los oficios nos sirven para vivir, para alimentar nuestro cuerpo físico, para satisfacer nuestras necesidades materiales. Las artes nos hacen mas hermosa la vida, nutren nuestra alma, satisfacen nuestras necesidades estéticas y espirituales.

Condición primaria de un oficio es su remuneración en metálico. El artista no espera tan banal retribución, sus aspiraciones van mas allá de lo material.
Se ejerce un oficio por obligación o por necesidad. El arte surge espontáneo, por sentimiento, por placer, por satisfacción,
Hay artes que pueden derivarse en oficios tal es el caso del músico profesional o del escritor que vive de sus libros
(caso rarísimo en nuestro país), pero en su gran mayoría los cultores del arte serán pobres de solemnidad, pobres en dinero claro está. Su riqueza no es cuantificable en medidas monetarias ¿ Cómo cuantificar lo imponderable, la belleza, el genio, la sensibilidad ?.

Poetas, escritores, pintores, escultores, eligieron esta vida a sabiendas que sufrirían hambre y necesidad, que se
verían obligados a ejercer oficios que detestan para poder llenar la olla. "Mi pluma no es cuchara", dijo Montalvo, para indicarnos que escribía por vocación, no por dinero. Ciertamente en nuestro pobre país que lee tan poco, ser escritor es el peor negocio del mundo

Cualidad intrínseca y particularísima del artista y que lo diferencia del resto es la vocación, ese don natural, innato, precoz, que lo lleva casi inconcientemente a un frenesí creativo, casi como una necesidad vital que lo satisface y lo disfruta; es esta su principal satisfacción. El dinero, la gloria, el reconocimiento, si alguna vez llegan es secundario para el verdadero artista. Van Gogh pintaba para él, se extasiaba con sus creaciones, nunca vendió sus obras mientras vivió, murió loco y pobre. Leonardo Da Vici pasaba horas y horas contemplando sus pinturas que intuía obras maestras, los escritores disfrutan leyedo mil veces sus obras. Aquellos artistas cuya primera finalidad es el lucro, pierden su condición de tales y se convierten en mercenarios.